Bienvenidos a mi funeral

Debo deciros, que estoy preparando las invitaciones para invitaros a todos a mi funeral. He muerto varias veces, pero ya es como si nada me pudiese levantar del suelo. He sufrido golpes duros de superar, pero esto ya es demasiado. No puedo seguir con tantas cargas sobre mis espaldas. Antes apenas las notaba, pero ahora es, cuando realmente las siento.

No quiero perderte. No quiero olvidarte. No quiero que te vayas. No quiero irme. No quiero distancia. No quiero llorar. No quiero estar sin ti. No quiero que dejes de ser la mejor amiga que he tenido hasta ahora.

Cúlpame por no aceptarlo, pero es duro ver que te irás, en un futuro próximo.

Y tu te irás, con esa preciosa sonrisa en la cara, que no esconde ningún tipo de secreto para mí. Estás nerviosa por saber como será todo lejos de donde vives habitualmente. Un mundo nuevo que tendrás que recorrer, y descubrir en este tiempo maravilloso. Vivirás miles de experiencias increíbles, que me contarás cuando vuelvas dentro de un año. Sé que aún no te has ido, pero yo ya te siento lejos de mí. Te siento tan pero tan lejos de mí, que ya no tengo fuerzas. Eres una persona extraordinaria. Una fuente de humildad, simpatía y sinceridad, increíble. Eres un ejemplo a seguir para mí, es digno de admirar todo lo que haces por lo demás, todo lo que has hecho por mí.

Cuando te vayas, sé que te dolerá separarte de todo y cuanto tienes por una temporada. Por una larga temporada. Un año. Deverás decir adiós por un tiempo a todo aquello que quieres. Esa es tu única obligación.

Mi vida no será lo mismo sin ti, eso lo tengo más que claro pero siempre te llevaré aquí, en este corazón, en este corazón roto.

Sé por lo que estás pasando, y creo que tú también sabrás por lo que estoy pasando yo.

Nos toca despedirnos pero espero volver a verte algún día.

Sé que no te perderé. Eso es lo único que quiero creer.